lunes, 13 de mayo de 2013

Sindrome de ansiedad por separación en el perro, consejos.

Los dueños de perros especialmente cariñosos pueden sufrir una serie de comportamientos indeseables de su mascota, sin identificarlos como parte de un "sindrome" que tiene nombre propio en los canes: "ansiedad por separación". El perro que sufre de ansiedad por separación no soporta separarse de su dueño/a, y cuando ocurre, realiza alguno o todos de los siguientes comportamientos:
-Vocalizaciones (aullidos, ladridos continuos) mientras está solo.
-Destrozos en casa, ya sea en el mobiliario, incluso en las paredes y puertas.
-Eliminación inapropiada: defeca y orina donde no está permitido que lo haga.
Por otra parte, es frecuente que la mascota siga al dueño por toda la casa, incluso que no permita que éste se encierre en una habitación sin él, y que cuando vuelva de su ausencia lo reciba con una alegría exagerada.

Este trastorno, que se suele dar en cachorros, aunque puede aparecer en perros adultos que han cambiado significativamente su rutina diaria, conviene prevenirlo o tratarlo en sus primeros momentos. Para ello podemos sugerir las siguientes conductas por parte del propietario, que se resumen en "premiar lo deseable y no premiar lo indeseable". Es decir, cuando nuestra mascota esté especialmente nerviosa, ya sea porque nos vamos a ir, o por cualquier otro motivo, no debemos consolarlo ni acariciarlo, puesto que así potenciaríamos dicho comportamiento. Por otra parte, cuando volvamos y el perro actúe como si no nos hubiera visto hace años, con un recibimiento exagerado, no le haremos caso hasta que se calme.
Conviene que nuestra mascota disponga de un lugar donde se sienta especialmente seguro, y con juguetes a su disposición que le encanten, de los que se pueden morder, para que se divierta.
También ayuda que se haya desfogado haciendo ejercicio antes de quedarse sólo, y, MUY IMPORTANTE, no debemos castigar al animal si volvemos y hay destrozos o defecaciones, puesto que el castigo o reprimenda solo son efectivos si se realizan EN EL MISMO MOMENTO DE PRODUCIRSE EL HECHO.
Cuando el problema ya está claramente en marcha, debemos acudir a nuestra clínica veterinaria, porque el síndrome se trata en una doble vertiente, modificación del comportamiento y fármacos.
En la clínica SAN ROQUE estamos a su disposición para cualquier consulta, 968210761.

sábado, 9 de febrero de 2013

Leyendas urbanas en animales de compañía (1). Reproducción.

Nuestras mascotas no se libran de las leyendas urbanas....La mayoría de estos mitos tienen mucho tiempo,  como por ejemplo, aquello que se decía de que a los Dobermann les crecía un hueso en el cerebro a los 7 años y se volvían locos....

Hoy vamos a hablar de una de estas leyendas, relacionada con la reproducción en nuestras mascotas:

"Me han dicho que es bueno que mi perra críe por lo menos una vez"

Pues no. Es indiferente. Es tremendamente gratificante que tengan cachorros, pero no influye sobre el desarrollo de tumores de mama, ni otros asuntos reproductivos.



Lo que si está demostrado es que esterilizar una perrita antes del primer celo reduce casi a cero los tumores de mama en el futuro. Esterilizarla entre el primer y segundo celo reduce algo esta incidencia. Lo que ocurre es que es un poco duro para un dueño/a decidir la castración de su perrita (o gatita, en este caso) tan joven.
También influyen sobre el aparato reproductivo, negativamente, las inyecciones contra el celo, que conviene limitar al máximo. Aunque claro, cuando una gata se pone a maullar como una loca llamando a un macho, tenemos 2 opciones, o la esterilizamos, o le ponemos la inyección anticelo...

La castración que se realiza una vez que ya hay tumores de mama, o sea, castrarla al mismo tiempo que se extirpan los tumores puede tener un efecto beneficioso en algunos casos, no en todos.


Y así, con todos los datos en la mano, podremos decidir si queremos ser "abuelos perrunos"!

PD: los 4 cachorritos de arriba los sacamos por cesárea de una chihuahua preciosa.

domingo, 3 de febrero de 2013

Los perros y el alzheimer

Los Perros y el Alzheimer:

“Nala” es una perra enorme, de una raza japonesa (el nombre es ficticio, la historia es real). La trae a vacunar su dueña, a la que conozco hace muchos años. Cuando termino de reconocerla y de vacunarla, le comento que es una perra muy dócil, y ella me contesta que la quieren mucho, y que ayuda mucho a su madre. Sorprendido, le pregunto que en qué sentido le ayuda, y entonces me dice que su madre tiene un grado avanzado de Alzheimer, y que la perra es, en estos momentos, su única conexión con la realidad. Que le interesa mucho saber si ha comido, si la han sacado a pasear, si ha hecho sus necesidades…”Así que a “Nala” la queremos por partida doble”, concluye mientras mira a su perra con cariño.

jueves, 31 de enero de 2013

El microchip

Con lo mucho que nos importan nuestras mascotas, desconocemos muchas veces aspectos muy importantes de su cuidado. Sobre el microchip hay mucho desconocimiento. Hoy vamos a hablar de ello, de lo que es, y de lo que no es. El microchip es como un granito de arroz, que al ser leído con un lector apropiado nos indica un número. Este numero, los veterinarios lo asociamos a un animal y a su propietario, de manera que cuando en la clínica que sea, o en la perrera, o donde quiera que lo lean, consulten ese número en la base de datos, puedan localizar al propietario. Aquí vemos la comparación con un granito de arroz.


El microchip no es un emisor activo, es decir, no nos puede decir "donde está nuestra mascota", pero puede indicar de quién es la mascota que se ha perdido, o demostrar que ese perro en concreto es nuestro.
El microchip se inserta en el lado izquierdo del cuello, duele un poquito, pero es una vez en la vida, y puede traernos de vuelta a nuestra mascota, no hay nada más valioso.